Octavio y Chapela vivieron en la década de los noventa sus años más esplendorosos
pablo galán | vigo
El derbi entre Academia Octavio y Chapela está de vuelta. Tras muchos años separados, ambos equipos han vuelto a coincidir en la misma categoría y cerrarán el próximo sábado en el pabellón de As Travesas la primera vuelta de la temporada. Para muchos será imposible echar la vista atrás y recordar cuando a finales de los años noventa, ambos equipos miraban de tú a tú a todos los equipos de Asobal. La edad de oro del balonmano gallego.
Un derbi de otra época. Más de quince años han pasado desde la última vez que Academia Octavio y Balonmano Chapela midiesen sus fuerzas en competición oficial. El enfrentamiento que ambos equipos vivirán el sábado en As Travesas para poner punto y final a la primera vuelta de la temporada hace que sea imposible no echar la vista atrás para recordar aquel lustro mágico que fue la segunda mitad de la década de los noventa en la que los equipos pontevedreses miraban de tú a tú a todos los equipos españoles.
El Octavio, conocido aquellos años como Pilotes Posada, y el Chapela, eran junto a Frigoríficos y Teucro los mejores embajadores del balonmano gallego.
Los vigueses vivieron un sueño con dos clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, con un cuarto puesto incluido, en la temporada 1995-1996, precisamente la campaña en la que el Chapela lograba su primer ascenso de la historia a la Liga Asobal, en la que permanecería durante cuatro temporadas.
Un personaje clave en aquellos años, que en la actualidad dirige al Teucro, fue Javier Barrios, entrenador del Octavio en su época dorada, que lamenta que aquella situación no haya tenido continuidad, lo que ha derivado en un momento actual muy distinto, con los clubes asfixiados por la grave crisis económica.
"Desde el escepticismo, ojalá se puedan repetir aquellos tiempos", destaca Barrios, que hace una matización: "Si lo lográsemos con jugadores más próximos de los que intervenían en los equipos de aquella época pues mucho mejor".
Entre los maravillosos recuerdos que dejó aquella época, sobresale la pasión que se vivía en los derbis. Cuatro disputaron Octavio y Chapela en la Liga Asobal, con un balance positivo para los vigueses, que sumaron tres victorias y un empate, que llegó en el primero de sus enfrentamientos, el 1 de octubre de 1996.
"Los derbis de aquella época eran una cosa completamente distinta, se vivía el balonmano de otra manera", afirma Barrios, con quien coincide uno de los símbolos actuales del Octavio, Cerillo, al que una grave lesión ha apartado de las pistas, por lo que no podrá jugar un partido que considera especial.
"Desde luego que recuerda a épocas pasadas, con equipos potentes. Aunque un derbi no deja de ser un derbi aunque las circunstancias hayan cambiado, siempre gusta jugarlo", afirma Cerillo, al que aquellos enfrentamientos en los noventa le pillaron demasiado joven. El sábado podrá respirar desde la grada todavía un cierto aroma de aquellos maravillosos años
pablo galán | vigo
El derbi entre Academia Octavio y Chapela está de vuelta. Tras muchos años separados, ambos equipos han vuelto a coincidir en la misma categoría y cerrarán el próximo sábado en el pabellón de As Travesas la primera vuelta de la temporada. Para muchos será imposible echar la vista atrás y recordar cuando a finales de los años noventa, ambos equipos miraban de tú a tú a todos los equipos de Asobal. La edad de oro del balonmano gallego.
Un derbi de otra época. Más de quince años han pasado desde la última vez que Academia Octavio y Balonmano Chapela midiesen sus fuerzas en competición oficial. El enfrentamiento que ambos equipos vivirán el sábado en As Travesas para poner punto y final a la primera vuelta de la temporada hace que sea imposible no echar la vista atrás para recordar aquel lustro mágico que fue la segunda mitad de la década de los noventa en la que los equipos pontevedreses miraban de tú a tú a todos los equipos españoles.
El Octavio, conocido aquellos años como Pilotes Posada, y el Chapela, eran junto a Frigoríficos y Teucro los mejores embajadores del balonmano gallego.
Los vigueses vivieron un sueño con dos clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, con un cuarto puesto incluido, en la temporada 1995-1996, precisamente la campaña en la que el Chapela lograba su primer ascenso de la historia a la Liga Asobal, en la que permanecería durante cuatro temporadas.
Un personaje clave en aquellos años, que en la actualidad dirige al Teucro, fue Javier Barrios, entrenador del Octavio en su época dorada, que lamenta que aquella situación no haya tenido continuidad, lo que ha derivado en un momento actual muy distinto, con los clubes asfixiados por la grave crisis económica.
"Desde el escepticismo, ojalá se puedan repetir aquellos tiempos", destaca Barrios, que hace una matización: "Si lo lográsemos con jugadores más próximos de los que intervenían en los equipos de aquella época pues mucho mejor".
Entre los maravillosos recuerdos que dejó aquella época, sobresale la pasión que se vivía en los derbis. Cuatro disputaron Octavio y Chapela en la Liga Asobal, con un balance positivo para los vigueses, que sumaron tres victorias y un empate, que llegó en el primero de sus enfrentamientos, el 1 de octubre de 1996.
"Los derbis de aquella época eran una cosa completamente distinta, se vivía el balonmano de otra manera", afirma Barrios, con quien coincide uno de los símbolos actuales del Octavio, Cerillo, al que una grave lesión ha apartado de las pistas, por lo que no podrá jugar un partido que considera especial.
"Desde luego que recuerda a épocas pasadas, con equipos potentes. Aunque un derbi no deja de ser un derbi aunque las circunstancias hayan cambiado, siempre gusta jugarlo", afirma Cerillo, al que aquellos enfrentamientos en los noventa le pillaron demasiado joven. El sábado podrá respirar desde la grada todavía un cierto aroma de aquellos maravillosos años