El entrenador vigués vivirá de forma especial el derbi del sábado entre Chapela y Octavio
Fran Teixeira lleva 36 años entrenando a equipos sénior, desde que haciendo la mili tomó las riendas del África Ceutí cuando sólo contaba con 19 primaveras. Pero entre los cientos de partidos que ha dirigido, el de este próximo sábado que enfrentará a su Chapela con el Academia Octavio en el pabellón de As Travesas será especial: 'Es un partido tremendamente bonito'.
En su amplia carrera en los banquillos, el técnico vigués vivió una etapa trascendente en el banquillo del Octavio coincidente con el cambio de siglo. De 1999 a 2002 dirigió al bloque académico teniendo entre sus pupilos al actual reponsable técnico rojillo, Quique Domínguez, a quien ya había dirigido ocho temporadas en el Teucro pontevedrés.
De aquella época, Teixeira guarda gratos y malos recuerdos. 'Una de las mayores ilusiones de toda mi carrera era poder entrenar al equipo referencia de mi ciudad y, después de muchos años, lo conseguí', rememora. Yendo un poco más al detalle, considera que en aquella experiencia pasó 'una primera temporada impresionante, en la que logramos el ascenso con un decisivo partido ante el Pozoblanco con el pabellón lleno. Y un segundo año espectacular, en el que de nuevo conseguimos llenar As Travesas, pabellón en el que cayó hasta el Barcelona'.
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Pero llegó un tercer curso convulso, el 2001/2002, que el Octavio acabaría descendiendo a División de Honor B tras un final de campaña muy movido en el vestuario. 'En toda mi carrera, el peor momento que he vivido fue cuando me destituyeron a falta de dos jornadas para el final', reconoce con sinceridad el técnico del conjunto chapeleiro.
De aquellos polvos todavía quedan algunos lodos, pero Teixeira considera que no hay que echar la vista atrás y centrarse en un derbi 'que de manera oficial no se juega desde hace muchísimo tiempo. Será un partido complicado para los dos equipos: para nosotros porque seguimos en la pelea por la permanencia y para ellos porque quieren ascender de nuevo a Asobal'.
A la espera de dicho partido, se centra en afrontar el de hoy (21:30) en O Rosal ante el Novás correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa Diputación, sin prestar oído a alguna que otra pulla lanzada desde el banquillo del Octavio. Como la esgrimida por Quique Domínguez, entrenador rojillo, en el acto de despedida como jugador de Pablo Macías el pasado miércoles, cuando criticó a su homólogo del Chapela sin decir su nombre señalando que había despreciado al ya ex jugador. A palabras necias... SANTI ALONSO. VIGO
Fran Teixeira lleva 36 años entrenando a equipos sénior, desde que haciendo la mili tomó las riendas del África Ceutí cuando sólo contaba con 19 primaveras. Pero entre los cientos de partidos que ha dirigido, el de este próximo sábado que enfrentará a su Chapela con el Academia Octavio en el pabellón de As Travesas será especial: 'Es un partido tremendamente bonito'.
En su amplia carrera en los banquillos, el técnico vigués vivió una etapa trascendente en el banquillo del Octavio coincidente con el cambio de siglo. De 1999 a 2002 dirigió al bloque académico teniendo entre sus pupilos al actual reponsable técnico rojillo, Quique Domínguez, a quien ya había dirigido ocho temporadas en el Teucro pontevedrés.
De aquella época, Teixeira guarda gratos y malos recuerdos. 'Una de las mayores ilusiones de toda mi carrera era poder entrenar al equipo referencia de mi ciudad y, después de muchos años, lo conseguí', rememora. Yendo un poco más al detalle, considera que en aquella experiencia pasó 'una primera temporada impresionante, en la que logramos el ascenso con un decisivo partido ante el Pozoblanco con el pabellón lleno. Y un segundo año espectacular, en el que de nuevo conseguimos llenar As Travesas, pabellón en el que cayó hasta el Barcelona'.
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Pero llegó un tercer curso convulso, el 2001/2002, que el Octavio acabaría descendiendo a División de Honor B tras un final de campaña muy movido en el vestuario. 'En toda mi carrera, el peor momento que he vivido fue cuando me destituyeron a falta de dos jornadas para el final', reconoce con sinceridad el técnico del conjunto chapeleiro.
De aquellos polvos todavía quedan algunos lodos, pero Teixeira considera que no hay que echar la vista atrás y centrarse en un derbi 'que de manera oficial no se juega desde hace muchísimo tiempo. Será un partido complicado para los dos equipos: para nosotros porque seguimos en la pelea por la permanencia y para ellos porque quieren ascender de nuevo a Asobal'.
A la espera de dicho partido, se centra en afrontar el de hoy (21:30) en O Rosal ante el Novás correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa Diputación, sin prestar oído a alguna que otra pulla lanzada desde el banquillo del Octavio. Como la esgrimida por Quique Domínguez, entrenador rojillo, en el acto de despedida como jugador de Pablo Macías el pasado miércoles, cuando criticó a su homólogo del Chapela sin decir su nombre señalando que había despreciado al ya ex jugador. A palabras necias... SANTI ALONSO. VIGO
