El extremo del Chapela ya militaba en el equipo en su primera y única experiencia copera
Hace más de tres lustros, en 1998, el Chapela vivió su primera y única experiencia en la Copa del Rey.
Fue en Palencia en su segunda temporada consecutiva en la Liga Asobal y cayó en cuartos de final ante el Ademar, en el sistema por concentración de los ocho mejores a final de la primera vuelta. En aquella plantilla, que dirigía el actual técnico Fran Teixeira, ya militaba Chema Cid, que mañana volverá a defender la misma camiseta en el reencuentro del club chapeleiro con la ahora remodelada competición copera, en la que entran todos los equipos de la División de Honor Plata, recibiendo en dieciseisavos de final al Pozoblanco andaluz.
Cid, que ya jugó Copa con los tres equipos con los que militó en Asobal –además de Chapela, Teucro y Octavio–, afronta a sus 'casi 38 años' con ilusión esta nueva y un tanto inesperada cita. 'Sobre todo es especial ahora. Es una competición distinta al entrar los equipos de la B. Jugando en casa, tenemos las de ganar. La gente se lo va a tomar en serio para poder pasar y en la siguiente eliminatoria nos tocaría un equipo de Asobal', explica.
El veterano extremo ixquierdo razona que 'tras siete años en Primera Nacional, jugar Copa del Rey es un aliciente para los jugadores jóvenes que tenemos. Queremos darle un poco de vidilla a Chapela y que la gente se motive para venir a vernos en Liga, que nos hace falta'.
A nivel personal, Cid ejerce su magisterio en un vestuario mucho más inexperto, alargando una carrera deportiva que roza ya las dos décadas desde que debutó en Asobal en la temporada 94/95 en el Teucro de Fran Teixeira. 'Ya casi tengo 38 años pero me encuentro bien físicamente. Después de estar cuatro temporadas en Primera, es una aliciente para mí estar en División de Honor B y salvar al Chapela, que es uno de los equipos en los que más cómodos me he encontrado', señala. De hecho, con esta campaña que se inicia el chapeleiro pasa a ser el club en el que más temporada ha militado, superando las seis que pasó en el Grupo Covandonga. Al echar un vistazo a su alrededor en los entrenamientos, se da cuenta de que 'hay ya chavales a los que les llevo 20 años. Pero yo también me siento un chaval'. Tanto que las molestias en el menisco de una de sus rodillas no le impedirán jugar mañana contra el Pozoblanco: 'Seguro que estaré'. Un alivio, pues Fabián y Ángel también arrastran molestias.
Del actual Chapela, Chema resalta la calidad del grupo humano y su esfuerzo diario: 'Después de estar estos años en Primera e ir a las fases de ascenso y no ascender, este año que nos han dado la plaza, la gente quiere demostrar que podemos estar en esta categoría. Es gente que está trabajando, entrenando a las nueve y pico de la noche, saliendo a las once. Es un esfuerzo grande y lo que queremos es rematarlo para poder seguir el año que viene en esta categoría'. tendrá 38 años. Sin problema.
SANTI ALONSO | ATLANTICO Diario
Hace más de tres lustros, en 1998, el Chapela vivió su primera y única experiencia en la Copa del Rey.
Fue en Palencia en su segunda temporada consecutiva en la Liga Asobal y cayó en cuartos de final ante el Ademar, en el sistema por concentración de los ocho mejores a final de la primera vuelta. En aquella plantilla, que dirigía el actual técnico Fran Teixeira, ya militaba Chema Cid, que mañana volverá a defender la misma camiseta en el reencuentro del club chapeleiro con la ahora remodelada competición copera, en la que entran todos los equipos de la División de Honor Plata, recibiendo en dieciseisavos de final al Pozoblanco andaluz.
Cid, que ya jugó Copa con los tres equipos con los que militó en Asobal –además de Chapela, Teucro y Octavio–, afronta a sus 'casi 38 años' con ilusión esta nueva y un tanto inesperada cita. 'Sobre todo es especial ahora. Es una competición distinta al entrar los equipos de la B. Jugando en casa, tenemos las de ganar. La gente se lo va a tomar en serio para poder pasar y en la siguiente eliminatoria nos tocaría un equipo de Asobal', explica.
El veterano extremo ixquierdo razona que 'tras siete años en Primera Nacional, jugar Copa del Rey es un aliciente para los jugadores jóvenes que tenemos. Queremos darle un poco de vidilla a Chapela y que la gente se motive para venir a vernos en Liga, que nos hace falta'.
A nivel personal, Cid ejerce su magisterio en un vestuario mucho más inexperto, alargando una carrera deportiva que roza ya las dos décadas desde que debutó en Asobal en la temporada 94/95 en el Teucro de Fran Teixeira. 'Ya casi tengo 38 años pero me encuentro bien físicamente. Después de estar cuatro temporadas en Primera, es una aliciente para mí estar en División de Honor B y salvar al Chapela, que es uno de los equipos en los que más cómodos me he encontrado', señala. De hecho, con esta campaña que se inicia el chapeleiro pasa a ser el club en el que más temporada ha militado, superando las seis que pasó en el Grupo Covandonga. Al echar un vistazo a su alrededor en los entrenamientos, se da cuenta de que 'hay ya chavales a los que les llevo 20 años. Pero yo también me siento un chaval'. Tanto que las molestias en el menisco de una de sus rodillas no le impedirán jugar mañana contra el Pozoblanco: 'Seguro que estaré'. Un alivio, pues Fabián y Ángel también arrastran molestias.
Del actual Chapela, Chema resalta la calidad del grupo humano y su esfuerzo diario: 'Después de estar estos años en Primera e ir a las fases de ascenso y no ascender, este año que nos han dado la plaza, la gente quiere demostrar que podemos estar en esta categoría. Es gente que está trabajando, entrenando a las nueve y pico de la noche, saliendo a las once. Es un esfuerzo grande y lo que queremos es rematarlo para poder seguir el año que viene en esta categoría'. tendrá 38 años. Sin problema.
SANTI ALONSO | ATLANTICO Diario